Semblante en blanco
Leonardo Morales
Íbamos todos en bicicleta, era agotador, pero valdría la pena ir a ese lugar que, por cierto… ¡es un secreto!
Éramos solo cinco, pero mi primo decidió tomar otro camino. Estábamos de bajada cerca a un riachuelo, no volteé la cabeza antes de darme cuenta que nos habíamos perdido…Es más ¡no era ni un camino cercano!
Anocheció, por tanto nos abrigamos y prendimos una fogata, sin embargo, todos nos helábamos.
Tengo tan poca certeza de lo que pasó después, porque solo confusión expresaba el semblante de mi cadáver.
FIN
“El Espejo Rebelde”
Leonardo Morales
Pensativa pasaba las tardes mi madre, junto a la ventana, solo mirando la lluvia, porque solo viendo tantas gotas de agua su llanto parecía poco.
Decidió mandarme a la mansión de mi padre, quien dejó de vivir con nosotros hace años.
Su mansión era lúgubre y sin color, más antigua que la palabra misma.
Al llegar, mi padre me dio la bienvenida “alegremente”, me mostró mi nueva habitación donde un gran espejo forjado en oro acumulaba polvo, incluso algo de óxido. Mi nueva cama era dura y fría, en cambio, mi antigua cama era todo lo contrario.
Al darme la vuelta y ver el espejo me quede atónito
¡Mi reflejo se movía independientemente!
Lo único que puedo decir, es que pasé el resto de mi larga vida… atrapado en mi propio reflejo.
Desde entonces… yo acumulé el polvo.
FIN
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